Este comentario, dirigido a Pablo Echenique, lo escribió en su Facebook un, hasta ahora, prestigioso escritor que cerraba una lista en las pasadas elecciones autómicas gallegas. Aunque su autor, al que no pienso citar, lo borró rapidamente y pidió unas desganadas disculpas unos días después, creo que sobra explicar el daño que causó a muchas personas.
Echenique se defiende perfectamente, de hecho lo conocí hace años en el descarado blog De retrones y hombres. Pero no pueden hacerlo miles de personas con diversidad funcional (la palabra discapacidad se queda algo viejuna, aunque yo la entienda en positivo como “distintas capacidades”) a las que se insulta de múltiples formas.
Desde un obligado apartheid al negarles la accesibilidad en sus edificios o calles, una educación inclusiva o un trabajo decente;no atenderles en bares, restaurantes y pubs, hasta la agresión o el insulto, como los de un obsceno Donald Trump. Un discurso del odio que pudre impunemente las redes sociales. Hasta ahora.
Discurso y delitos de odio
Insultos, injurias, amenazas, vejaciones, trato degradante, lesiones, abuso o agresión sexual, discriminación, robo con violencia o intimidación, etc. son formas de delitos de odio.La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) los define como toda infracción penal donde la víctima es seleccionada por su pertenencia a un grupo determinado: el racismo o la xenofobia, orientación o identidad sexual, creencias o prácticas religiosas, antisemitismo, discapacidad, aporofobia, ideología y discriminación por sexo o género. En este vídeo se lo explican:
...
Más:
http://blogs.lavozdegalicia.es/nomepidancalma/2016/11/30/vacunas-contra-el-odio-a-las-personas-con-discapacidad/
No hay comentarios:
Publicar un comentario